Quién no se imagina a Quasimodo viviendo entre las campanas de la catedral?
Si bien no es la catedral más grande de Francia, es una de sus obras de arte gótico más remarcables. Se empezó a construir el 1163 y se terminó en el año 1345. Dedicada a María, madre de Jesucristo, se sitúa en la Isla de la Cité.
Está ubicada en la parte este de la Isla que, por su
situación defensiva es la que da origen a la ciudad de París.
Se encuentra rodeada por el río Sena, con jardines por delante y por
detrás. Su fachada mira hacia el oeste y da sobre la plaza Notre-Dame,
donde está el KM 0 desde el que se cuentan todas las distancias de
Francia.
La edificación coincidió con un período de prosperidad y de creciente
dominio de la ciudad, así que debía ser reflejo de ese poderío. La edificación se realizó sin interrupciones a pesar que sólo se dio por terminada a mediados del siglo XIV,
después de muchas modificaciones e intervenciones de diferentes
arquitectos.
La Catedral sufrió numerosas modificaciones y restauraciones, la
más importante en 1844 por Viollet-le-Duc y Baptiste Lassus, que duró 23 años. En 1965, durante excavaciones debajo de la catedral de descubrieron catacumbas romanas y habitaciones medievales.
Como la mayoría de catedrales góticas, está dedicada a la Virgen María. Es notable por su gran tamaño, por la elegante regularidad de su diseño y por la introducción de un nuevo elemento técnico, el arbotante.
La fachada presenta tres grandes portales. El Portal del Juicio
Final, el más importante al centro, muestra esculturas representando la
resurrección de los muertos, un ángel con una balanza pesando virtudes y
pecados y demonios que se llevan las almas pecadoras. Los dos portales laterales fueron consagrados a la Virgen María y
a Santa Ana, su madre.
La planta está demarcada por la formación en cruz romana
orientada a Occidente, de eje longitudinal acentuado, y no es
perceptible desde el exterior. La cruz está “incrustada” en el edificio,
envuelta por un doble deambulatorio, que circula por el coro en la
cabecera (al este) y se prolonga paralelamente a la nave.
La catedral tiene una
fachada de 40 metros de ancho, 130 metros de longitud, y una altura de 69 metros. Está compuesta por 5 naves, 37 capillas, 3 rosetones con 13,5
metros de diámetro cada uno y un total de 113 vidrieras.
Réplica de la Piedad de Michelangelo |
A unos 20 metros del suelo, una galería con 28 estatuas se
levanta por encima de los portales. Cada estatua, de 3.5 metros de
altura, representa los 28 reyes de Judea que precedieron la llegada de
Cristo. De las estatuas originales medievales sólo quedan fragmentos, ya
que durante la Revolución fueron destruidas creyendo que representaban
reyes franceses.
Sobre el portal central se destaca el gran vitral circular de la
roseta, de casi 10 metros de diámetro, uno de los elementos más
destacados de la fachada. Sin embargo, este vitral no es el más grande
de la catedral, ya que las fachadas norte y sur presentan vitrales de 13
metros de diámetro.
Por encima de la roseta, una hilera de columnas y luego las dos torres
con campanario completan la cara oeste.
Otra de las características de Notre Dame son sus gárgolas. Éstas cumplían 3 funciones básicas:
- Desaguar los tejados.
- Decorar dichos desagües buscando, por tanto, una finalidad estética.
- Una tercera, apoyada en creencias populares y leyendas de que sirven para ahuyentar al demonio y otros espíritus malignos.
La entrada a la catedral es gratuita. Se puede ascender hasta su campanario ascendiendo por su escalera de caracol de 387 escalones . Se accede a través del lateral izquierdo de la catedral y cuesta 8,50€. Los menores de 18 años es gratuita.